Arte y arquitectura en la Valencia de 1700

Los siglos XVII y XVIII son una de las épocas más ricas de la historia del arte valenciano y el elevado número de obras emprendidas en estas décadas es en buena parte responsable de la fisonomía actual de los centros urbanos de la Comunidad Valenciana. Dentro de este período destacan los años en torno a 1700 por la presencia en Valencia de varios artistas europeos, en concreto los italianos Antonio Aliprandi y Giacomo Bertesi y el austríaco Conrad Rudolph, así como del pintor Antonio Palomino. Las obras en las que participaron estos artistas, como la fachada de la Catedral de Valencia o la renovación de la parroquia de los Santos Juanes suponen una ruptura con las tradiciones del Barroco vernáculo e introducen nuevas tendencias como los grandes ciclos de pintura al fresco o la realización de espectaculares revoques de estuco sin precedentes en estas tierras. El presente libro analiza la situación de las disciplinas artísticas en la Valencia barroca para luego enfrentarse a los artistas foráneos que trabajaron en la ciudad de forma individualizada, y por último analiza las consecuencias que sus obras tuvieron en la evolución posterior del arte valenciano.