José Martínez-Medina

Realmente la vida de Don José (como le hemos conocido mucho), es una vida llena de anécdotas, y de grandes momentos, de los que destacan, aparte de haber podido disfrutar y haber compartido más de 50 años la vida con su esposa y creado una familia, continuadores de su empresa, la numerosísima relación tenida con arquitectos, diseñadores, artistas y empresarios. Desde la aparición del arquitecto Gustavo Pulitzer, que permitirá emprender una importante tarea en la decoración de trasatlánticos de astilleros fundamentalmente españoles e italianos; o la misma figura de Aldo Bai, directivo de la Pirelli, con el que conocerá el trabajo de los diseñadores de Arflex a principios de los 50 (Zanuso, Albini o Cini Boeri, entre otros) y dará un estímulo importante a su trayectoria, apostando por el diseño como factor diferencial de sus proyectos y de su empresa; hasta personas significativas como Osvaldo Borsani (uno de los fundadores de Tecno), del que aprenderá a formular una nueva forma de entender la fabricación de muebles y de reorientar el negocio; del decorador Paco Muñoz, con el que se entendió profesionalmente en la medida que los dos pueden representar el culmen de la decoración española del siglo XX; o el arquitecto Miguel Colomina, con el que reprodujo una sinergia entre envoltorio y envoltura respecto a la arquitectura valenciana de finales de los 50 y 60.