Un fals dilema

En este libro se discute el supuesto, ampliamente aceptado por la historiografía valenciana de los años sesenta y setenta, que el atraso era uno de los principales elementos caracterizadores de la sociedad y la economía valenciana durante la segunda mitad del dieciocho. El sector agrario, según estas interpretaciones, parecía el gran responsable, puesto que una comparación con la agricultura inglesa, que se acostumbra a tomar inevitablemente como modelo, mostraba la débil penetración de las innovaciones que habían transformado radicalmente la agricultura de aquel país. Pero si, como hace el autor, se abandona la Europa atlántica como punto de referencia y se analiza cuidadosamente el funcionamiento de la agricultura valenciana en la segunda mitad del dieciocho, se encuentran muchos signos de dinamismo y de racionalidad. Expansión del regadío, técnicas perfeccionadas en el aprovechamiento del agua y en los cultivos de regadío, inversiones cuantiosas y consumo creciente de nuevas materias fertilizantes, introducción de nuevas plantas y concentración de recursos en aquellos cultivos en los que la demanda interior e internacional hacía previsible una alta remuneración. El análisis del uso del suelo agrícola permite comprobar, tanto en el área regada como en el secano, un intenso proceso de especialización que sin duda significa un fuerte crecimiento de la producción agraria, aunque resulte difícil de medir y que se haya conseguido por vías diferentes a las que se siguieron en la Europa húmeda. Valorar los cambios de la agricultura del País Valenciano en términos de modernidad o atraso, con el agravante de restringir la modernidad al modelo inglés, no tiene mucho sentido. Para el autor, estos resultados no significan resucitar el mito del «Levante feliz», puesto que la dicha etapa de cambio fue acompañada de la implantación de una burguesía agraria que va segregando mecanismos bastante eficaces para captar rentas y beneficios y condenar a la infelicidad a una gran parte de los campesinos valencianos; sobre los que descansaron mayoritariamente las actividades agrícolas.