La historia del noveno arte del cómic

    La historia del noveno arte del cómic

    CaixaForum València inaugura su exposición dedicada al cómic, que contará con hasta mil viñetas, decenas de originales y montajes a gran escala: una exposición que acerca a los más curiosos a este mundo de papel en el que no existen los límites y puede visitarse hasta el próximo 29 de octubre.

    La muestra comprende dos grandes donaciones: la de Bernard Mahé, comisario de la exposición y propietario de la mayoría de las piezas que se muestran, y la de Vicent Sanchis, coleccionista y experto del mundo del cómic. Mahé y Sanchis ofrecen con sus donaciones un paseo clave para comprender la historia del noveno arte.

    La exposición se divide en ocho grandes bloques para proponer un panorama completo de los tipos de historietas que se cuentan y leen en el mundo occidental: desde una sección dedicada al cómic español hasta una sala oscura y misteriosa de superhéroes en la que las fotografías no están permitidas por los acuerdos cerrados con Marvel y DC en materia de derechos de autor. Completan el relato Mortadelo y Filemón, Mafalda, Garfield, Snoopy, Calvin & Hobbes, Spiderman, Tintín y más de cien nombres que viven entre viñetas.

    El cómic empezó a considerarse un verdadero arte hace muy poco; las editoriales o los propios dibujantes desechaban sus tiras casi siempre por falta de espacio, y algunas de las que se salvaron y llegaron a manos de Mahé o Sanchis pueden verse ahora en dicha exposición.

    Cientos de secretos se esconden entre más de 300 páginas de publicaciones. Por este paseo, destacan también nombres valencianos como el de Segrelles o el del dibujante Daniel Torres, cuyas historias forman parte de esta gran viñeta panorámica.

    La exposición se cierra con la novela gráfica, ese género que, a veces, parece que se pelea con la viñeta y del cual Sanchis explica que solo se diferencia «porque es un poco más literario».

    La Institució Alfons el Magnànim - Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació otorga el Premio València de novela gráfica. Al ganador del premio, se le edita su obra en colaboración con Andana Editorial.

    Entre las obras ganadoras, están:

    – Rotunda,de Candela Sierra, ganadora del Premio València de novela gráfica 2022, es una historia que nos descubre las incoherencias de un panorama laboral que se ha vestido de neologismos y tendencias, pero que, en realidad, todavía mantiene en su interior valores neoliberales y machistas.

    – Un oso en Marruecos,de Lluc Silvestre y Mr. Ed, tiene el premio al cómic mejor editado en 2022 por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana. Es un diario interesante y divertido sobre cómo se crea un festival musical en Marruecos. El relato en primera persona de Lluc Silvestre va mucho más allá de eso: es además un ameno ensayo sobre la música y su industria, la mezcla sonora y cultural, y también una conexión necesaria sobre los estereotipos de la idea de nosotros y la de los otros, todo ello magistralmente plasmado por los dibujos de Ed, que convierten Un os al Marroc en un caleidoscopio gráfico desbordante.

    – Temporada de melocotones, de Alba Flores y Ángel Abellán, nos muestra tres generaciones de mujeres distintas que se reúnen cada mañana a las 11 para comerse un bocadillo y charlar de sus inquietudes, sus miedos, sus diferencias y sus similitudes, todo esto mientras contemplan embelesadas el campo de melocotones que se extiende detrás de la fábrica de conservas.

    – La era de Acuario, de Jordi Peidró i Torres, de tintes autobiográficos, es la historia de un viaje exterior por Rusia, Mongolia y la China, y de un viaje interior por los sentimientos y recuerdos del protagonista. Como bien dice Àlex: ¿tragedia?, ¿comedia?, ¿todo al mismo tiempo?, ¿qué es la vida si no?

    – Dues monedes, de Núria Tamarit, es la historia de una adolescente europea que viaja al Senegal acompañando a su madre, que trabaja en el proyecto de construcción de una biblioteca y una emisora de radio en un pueblo de agricultores y pescadores al norte del país. Habituada a las comodidades y dinámicas del llamado primer mundo, a medida que se va aclimatando a los ritmos y las costumbres del lugar, irá tomando conciencia de que la mitad de su equipaje eran tópicos, prejuicios y desconocimiento.