Erasmistas, mecenas y humanistas

La inexistencia de un erasmismo valenciano, como se afirma en Erasmistas, mecenas y humanistas..., en lugar de confundir el panorama cultural valenciano de la primera mitad del siglo XVI, lo clarifica. Ante una interpretación histórica caracterizada por el dualismo y el reduccionismo, que ha explicado este periodo de tiempo como una pugna casi encarnizada entre, de una parte, los supuestos erasmistas, defensores del rigor crítico y de las reformas, abiertos a las influencias externas, etc. y, de otra, los supuestos anti-erasmistas, aferrados a la tradición y a la escolástica y dispuestos siempre a alzar muros contra las peligrosas novedades de fuera, la realidad cultural valenciana permite vislumbrar un panorama mucho más rico en matices, lleno de efervescencia y de inquietud, sin que pueda apreciarse todavía el triunfo definitivo de ninguna tendencia cultural. En la Valencia de la primera mitad del siglo XVI, más que un erasmismo que no encontramos y un anti-erasmismo que convendría clarificar, se produjo la confluencia de diversos influjos culturales y todos ellos, en mayor o menor medida, pudieron desarrollarse en un marco general de relativa tolerancia y libertad.