Cinco libros sugeridos para el verano

    • Fecha:02-08-2018
    Cinco libros sugeridos para el verano

    Una guía ecléctica basada en el fondo editorial del Magnànim

    Llegando al ecuador del verano -época para aprovechar para leer- la Institució Alfons el Magnànim ha querido hacer algunas sugerencias basándose en sus publicaciones, y no necesariamente en las más recientes. Siendo una editorial que se dedica sobre todo al ensayo, un género minoritario, se ha tratado de hacer una selección de aquellos títulos que considera más atractivos para una lectura estival y que no solo incluye ensayo, sino también poesia e incluso algún catálogo de exposición.

    Nuestra selección

    1. El Magnànim ha querido recordar al historiador británico que durante mucho tiempo vivió en València, Ronald Fraser (Hamburgo 1930 – València 2012), uno de los historiadores más lúcidos al utilizar los testimonios orales como fuente primaria de información histórica. De él, la extinta IVEI publicó el que fue el primer número de la colección Biografia, Escondido. El calvario de Manuel Cortés (1986), una narración en tercera persona a partir de los testimonios orales recopilados, donde relata la odisea del último alcalde republicano de Mijas (Málaga), que permaneció escondido del régimen franquista durante treinta años. El libro, que contiene su relato de aquellos años, así como el de su mujer y su hija -con las incertezas, el hecho de haber estado a punto de ser descubierto en varias ocasiones y los momentos en que todo parecía estar perdido- está narrado como una novela que se lee con gran facilidad, y donde descubrimos que Fraser no fue tan solo un gran historiador, sino también un gran escritor.
    2. Antologia (1990), del poeta Josep Piera (Beniopa 1947), es otra lectura a revisitar. Con edición de Jaime Siles, quien también se hizo cargo de la introducción, selección y versión, el libro recoge los poemarios que se publicaron entre 1976 y 1985, abriendo con el título Renou: la pluja ascla els estels: Renou, y cerrando con Maremar. Su literatura se caracteriza por una lírica intimista y por la exploración de la naturaleza del ser humano. Una recomendación para quien busque una poesía introspectiva de una autor que es toda una referencia de nuestra literatura.
    3. Capital del dolor (1991), de Paul Éluard (Saint Dénis 1895 – Charenton-le-Pont 1952) es otro poemario que continuó la colección Poesia, dirigida en ese momento por Marc Granell y Eduard J. Verger. Su autor, uno de los fundadores del movimiento surrealista, publicó este libro por primera vez en 1926, después de un viaje por medio mundo, y supuso su consagración como poeta de primera línea. El poemario está dedicado a Gala -quien posteriormente fue pareja y musa de Dalí-, y con quien Éluard estuvo casado entre 1917 y 1931. La había conocido en una sanatorio de Davos (Suíza) mientras ambos se recuperaban de una tuberculosis. En sus versos muestra que el mundo de la enfermedad, la soledad y la muerte siempre son amenazadores pero también la clave de la felicidad.
    4. Figures de temps (1993), de Joan Fuster (Sueca 1922 – 1992) es el número 29 de una de las colecciones señeras del Magnànim, Biblioteca d’Autors Valencians, fundada por el propio escritor suecano, y que se dedicó a recuperar autores clásicos que eran bastante desconocidos al tiempo que publicaba obras de autores contemporáneos. Este libro, uno de estos últimos casos, se publicó después de la muerte de Fuster, y es uno de los títulos menos accesibles de su obra. Como dice Josep Iborra en su prólogo, titulado Joan Fuster, una singularitat -toda una declaración de intenciones- "este ensayo trata temas relacionados con la estética y tiene como punto de partida "la obsesión de aquello que llamamos originalidad". Todos, dice, buscamos afirmar y subrayar nuestra personalidad, incluso de simularla. El que cuenta sobre todo es ser diferente de los otros y que se nos reconozca esta diferencia".
    5. Grupo Parpalló (1956 – 1961), catálogo de la exposición que se celebró en 1991 con motivo del undécimo aniversario de la sala de arte de la Diputació de València que lleva el mismo nombre que el mítico grupo de vanguardia valenciano, es nuestra última recomendación para este verano. Este catálogo tiene un atractivo especial porque va presentado en una carpeta azul de cartón duro que contiene el propio catálogo razonado de la exposición que comisarió Pablo Ramírez, acompañado de los facsímiles de los números de la revista Arte Vivo, aparecida en dos etapas: una en 1957 y la otra en 1959. Además de la curiosidad que pueda generar la lectura de estas revistas, con una tipografía y diseño que querían resultar rompedores e innovadores en un momento en que el arte contemporáneo era prácticamente invisible, la reivindicación de este grupo de vanguardia valenciano con representantes tan conocidos como Andreu Alfaro, Vicent Aguilera Cerni, Joan Genovés o Manolo Gil, fue fundamental para tuvieran el reconocimiento merecido por buena parte del público valenciano.