Éxito de público en la conferencia de Axel Honneth

    • Fecha:31-03-2017
    Éxito de público en la conferencia de Axel Honneth

    Más de 200 personas han asistido a la presentación del libro La idea del socialisme. Assaig d'una actualització celebrado anoche en Valencia. En el acontecimiento han participado como ponentes Axel Honneth, representativo miembro de la Escuela de Frankfurt, profesor en la Columbia University de Nueva York y de la Goethe-Universität de Frankfurt y autor del libro; además de Anacleto Ferrer, director del Institut d’Humanitats i Patrimoni de la Institució Alfons el Magnànim, y Benno Herzog, profesor de Sociología y Antropología de la Universitat València.

    La presentación de los ponentes ha estado a cargo de Xavier Rius, diputado provincial de Cultura. Según él: “Uno de los objetivos de la Diputación era intentar recuperar el prestigio de la Institució Alfons el Magnànim y el hito de hoy es una de las muestras”. Ha aseverado que la presencia de Honneth en Valencia corrobora que “en un año y pico se ha conseguido este objetivo”. También ha remarcado que cualquier académico que quiera recurrir a esta obra de Honneth en todo el Estado tendrá que hacerlo en la versión en valenciano editada aquí.

    La Escuela de Frankfurt y la “libertad social”

    El primero en intervenir ha sido Ferrer, quien ha reivindicado la figura del filósofo alemán Honneth, como representante imprescindible de la tercera generación de la Escuela de Frankfurt, a la que pertenecieron otros grandes nombres como Horkheimer, Adorno, Benjamin, Marcuse, Habermas, etc. “Honneth continuó y desarrolló la teoría de Habermas”, principalmente en cuanto a “reconocimiento en el espacio público” y mediante el “análisis de los mecanismos de poder”. Su idea rectora es la “libertad social”, desarrollada al libro Das Recht der Freiheit (El derecho a la libertad). Este concepto se refiere a la “configuración social que permite que los individuos se desarrollen en un ámbito democrático”.

    En segundo lugar ha intervenido Benno Herzog, para quien “el socialismo ha sido y es un referente histórico un poco ambiguo, pero que ha movilizado a mucha gente. Hoy encontramos algunas muestras, por ejemplo en Bernie Sanders en las pasadas elecciones de los EE.UU. o Jeremy Corbyn en Inglaterra, quienes hablan abiertamente de su socialismo”. A pesar de esto, “los resultados electorales muestran un descenso de la socialdemocracia”.

    “No creo que el socialismo haya muerto”

    La intervención de Axel Honneth ha destacado las ideas principales del libro. El autoexploración es el motivo principal por el cual escribió el libro: “Con el paso de los años, no respondía tan claramente que yo era socialista, no lo tenía tan claro. Este libro era una manera de clarificar mi propia orientación”. Y añadió que “hoy dicen que el socialismo ha muerto. No quiero creerlo”. Y, por eso, ha escrito la obra, porque “una idea tan poderosa como el socialismo no podía dejarse morir”.

    “La libertad social es luchar por los otros”

    Según Honneth, el socialismo ha realizado “una tarea de reconstrucción histórica por la idea común de la libertad, entendida como un reflejo de los valores básicos de la Revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad”. Pero la noción de libertad de los franceses era “tan egocéntrica” que necesitaban nuevos valores normativos y trabajaron en otra idea, la libertad social, porque pensaban que podía hacerse mejor. “La libertad social es cuando cooperamos, es decir, no es luchar contra los otros sino por los otros”. Es una idea que se ve en Marx y su ideal de colaboración en el puesto de trabajo, por ejemplo.

    Los tres errores del socialismo

    El primero de los errores del socialismo, según Honneth, ha sido el economicismo. Una mirada demasiado centrada en la economía “hizo a los socialistas tempranos pasar por alto el valor de los derechos civiles”. No potenciar que “los ciudadanos participaron en su propia libertad fue un error profundo”. Otro error en el que cayeron todos los socialistas, de Saint Simon a Marx, “es creer que la clase obrera es revolucionaria por natura”. El tercer problema que ve es el del futuro como necesidad para el socialismo: “todos pensaban que el comunismo vendría después del capitalismo necesariamente” y no abordaban cómo sería, entre otros muchos factores, la economía social.

    Experimentalismo histórico

    La propuesta de Axel Honneth es “cambiar el determinismo histórico por el experimentalismo histórico” y así ver si hay posibilidad de un aumento de la libertad social. “Quizás es reformismo, pero no me gusta la diferencia entre reforma y revolución. La historia nos permite cambiar a mejor”. No haría falta, según él, destruir las instituciones que se han visto válidas para llevar a cabo la libertad social. También tendríamos que dejar de lado aquella idea final a la que llegar, aquella utopía tradicional del movimiento socialista.